Alfabetización digital

Sin lugar a dudas, una de las preocupaciones de nuestro tiempo, es lograr la alfabetización digital, puesto que el mayor o menor grado de conocimiento de los avances tecnológicos de nuestra época, determinará también el logro de competencias tecnológicas y comunicacionales indispensables para el desenvolvimiento presente y futuro.

Un acercamiento a la realidad

Las Nuevas Tecnologías de la Información y las Comunicaciones, se han insertado en la sociedad, transformandose en herramientas necesarias para el desarrollo de nuestras vidas, independientemente de la actividad que desarrollemos y del nivel social en que nos encontremos.

En los últimos años términos como: Tecnologías de la Información y la Comunicación, Brecha Digital, Sociedad de la Información, Alfabetización Digital, Nuevas Tecnologías, Libros electrónicos, E-lerning, Educación a distancia, Aulas virtuales, etc. han proliferado en el discurso cotidiano y en especial en el de personas interesadas en las problemáticas de acceso al conocimiento.

Todos estos temas han irrumpido en nuestras vidas a un ritmo tan acelerado que algunos, cuyos conocimientos se los han permitido, han ido adoptándolos como naturales; mientras otros siguen tratando de adaptarse al cambio.

Tanto desde los ámbitos internacionales como nacionales, existe una preocupación evidente respecto de la alfabetización digital y la equidad en la distribución del conocimiento. Al respecto, en la Cumbre Mundial sobre la Sociedad de la Información realizada en Ginebra en el año 2003, el Ministro de Educación de la Nación Lic. Daniel Filmus expresó: “…En este aspecto, nuestros países enfrentan un doble desafío. Deben alfabetizar en las nuevas tecnologías de la información y la comunicación, al mismo tiempo que aún no han garantizado plenamente el acceso a la alfabetización básica de toda la población. Deben atender a los retos del Siglo XXI, sin descuidar las promesas no cumplidas que datan del siglo XIX. Será imposible ingresar masivamente en la era de la informática, si un alto porcentaje de nuestra población aún no ingresó en la era de Gutemberg”.

“…Para la mayor parte de nuestros niños y jóvenes la escuela es la única posibilidad de acceder a las TICs. Si no logramos que ellos puedan apropiarse de estas tecnologías en el sistema educativo, quedarán marginados de su utilización a perpetuidad. Ello nos obliga, a pesar de la crisis socioeconómica por la que atravesamos, a invertir cada vez más en la provisión de equipamientos, en la conectividad y la infraestructura. Pero también nos exige colocar más esfuerzos en la formación y el desarrollo de las nuevas competencias y capacidades cognitivas que nuestros docentes y alumnos necesitan para asegurar un uso inteligente y pleno de estas tecnologías…” (Filmus, 2003)

El Sistema Educativo no es ajeno a estas transformaciones, y ha ido incorporando tecnología con el objetivo de mejorar el nivel de la educación y la formación.

Sin embargo, nos encontramos en algunos espacios de aprendizaje, con una gran resistencia al uso de las tecnologías de la información y la comunicación y un predominio de metodologías y materiales tradicionales.